Ornamentación
Humana
El ser humano siempre ha tenido la necesidad de adornarse a sí
mismo de diferentes maneras y con diferentes fines y significados mediante los
cuales se comunicaban. En tiempos más antiguos, se utilizaban objetos como
conchas, dientes, plumas, las cuales se usaban en relación a sus funciones.
Tiempo después, las clases sociales tanto dentro como fuera de la industria
llegaron a cambiar a la joyería como se le conocía. Durante la revolución
industrial se hablaba de cómo las máquinas impedían una relación real entre el
creador y el producto, siendo así que se valoraba más el trabajo artesano.
Eventualmente, junto con el diseño industrial, la joyería pasó de ser exclusiva
para la élite y pasó a ser más accesible al público general, se valoraba el uso
de materiales tradicionales mas, poco a poco, se empezaron a usar los
materiales sintetizados. Finalmente, empieza su desarrollo como arte alrededor
de los años cincuenta, surgiendo como una forma más de expresión y arte tanto
por parte del diseñador como del portador, siendo estos unos pocos selectos.
Entre los años 1980 y finales de los noventa, la joyería es simplificada y el
gusto por la misma es simplemente la búsqueda por la elegancia.
Nueva
Joyería
Muchas de las obras de la nueva
joyería podrían caber dentro de las definiciones que los diccionarios dan de
joya como que son objetos de adorno con piedras y/o metales preciosos, además
de tener una carga ideológica, un mensaje y una intención. Sin embargo, puede
que muchas otras no cumplan estrictamente con la definición corta que dan los
diccionarios, pero cumplen con otras funciones y formas que también son
utilizadas y vendrían a ampliar el concepto y la definición tradicional de
joya. También existe un último grupo de obras que son totalmente arte y sus
autores son artistas que utilizan la joyería como excusa para su obra o joyeros
que hacen prevalecer sus inquietudes artísticas sobre el destino de la obra. El
resultado de estas normalmente sobrepasa los límites de lo que se entiende como
joya y no amplía ni altera el concepto.
La nueva joyería tiene algunos
rasgos comunes. Está penetrada por el arte y es una prolongación de su autor
más que un producto de consumo. No pretende vender miles de la misma pieza,
suelen ser únicas o en temporadas cortas. Su prioridad es la armonía entre
forma y concepto por lo que no se comercializa como la joya tradicional,
normalmente se expone al público en galerías similares a las de arte pero
especializadas en joyas.
El autor suele tener en mente que su
obra se completa cuando el comprador decide cómo usarla. No atiende a las modas
ni a las tendencias. La vocación de la nueva joyería es experimentar,
investigar y buscar los límites de la joyería en cualquiera de sus aspectos.